Exonario

Definiciones y términos que no figuran en el diccionario (exonario no figura en el diccionario)

Archive for diciembre 2006

Pisodiadroma

Posted by jorgemux en diciembre 31, 2006

(Piso= trasero, hacia atrás. Diadromé= trayectoria)

Enfermedad neurológica caracterizada por ver los objetos en movimiento como si se trasladaran de manera inversa.

Los afectados de pisodiadroma creen que el sol sale por el oeste, que las agujas del reloj se mueven hacia atrás y que una persona que se acerca, en realidad se está alejando. Cuando el afectado observa el paso cotidiano de los automóviles por una autopista tiene la impresión de que todos los vehículos van marcha atrás. Cuando ve una película, aunque es capaz de entenderla completamente, sus mente la reconstruye empezando por el final, y terminando por el principio.

Cuando la pisodiadroma es completa y de nacimiento, el enfermo no nota jamás una inconsistencia en sus percepciones, y por lo tanto es muy difícil de diagnosticar. El problema surge en los pacientes que tienen episodios aislados: perciben el transcurso de su vida con normalidad, hasta que de pronto ven algo que no encaja (una puerta que se abre hacia atrás; alguien que se saca el saco para ponérselo, o las gotas de lluvia volviendo al cielo), lo que les puede generar un enorme estrés o bien un acendrado misticismo.

La pisodiadroma no ocurre con el mismo afectado. Es decir: él no cree que anda hacia atrás cuando avanza, ni que, en general, alguna de sus propias acciones transcurre violando la natural marcha cotidiana.

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Pisodiadroma

Posted by jorgemux en diciembre 31, 2006

(Piso= trasero, hacia atrás. Diadromé= trayectoria)

Enfermedad neurológica caracterizada por ver los objetos en movimiento como si se trasladaran de manera inversa.

Los afectados de pisodiadroma creen que el sol sale por el oeste, que las agujas del reloj se mueven hacia atrás y que una persona que se acerca, en realidad se está alejando. Cuando el afectado observa el paso cotidiano de los automóviles por una autopista tiene la impresión de que todos los vehículos van marcha atrás. Cuando ve una película, aunque es capaz de entenderla completamente, sus mente la reconstruye empezando por el final, y terminando por el principio.

Cuando la pisodiadroma es completa y de nacimiento, el enfermo no nota jamás una inconsistencia en sus percepciones, y por lo tanto es muy difícil de diagnosticar. El problema surge en los pacientes que tienen episodios aislados: perciben el transcurso de su vida con normalidad, hasta que de pronto ven algo que no encaja (una puerta que se abre hacia atrás; alguien que se saca el saco para ponérselo, o las gotas de lluvia volviendo al cielo), lo que les puede generar un enorme estrés o bien un acendrado misticismo.

La pisodiadroma no ocurre con el mismo afectado. Es decir: él no cree que anda hacia atrás cuando avanza, ni que, en general, alguna de sus propias acciones transcurre violando la natural marcha cotidiana.

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Pironcho

Posted by jorgemux en diciembre 30, 2006

Término comodín utilizado para nombrar cualquier objeto pequeño, con frecuencia hecho de un único material (plástico, lata o madera), pero del cual se desconoce el nombre. El pironcho es un objeto despreciable por su tamaño y por lo ordinario de su composición. Sin embargo, suele ser un componente esencial de algún artefacto doméstico, como la batidora, la puerta, la heladera o el calefón.

Los pironchos suelen tener nombres técnicos que sólo conocen los especialistas. Por lo tanto, es conveniente desconfiar de un mecánico, un gasista, un plomero o un electricista que llame «pironchos» a los componentes de un objeto del que, precisamente, él debe ser el experto. Quien no tenga bien en claro los campos semánticos involucrados en su oficio, jamás puede hacer bien su trabajo.

También se llama «pironcho» a un hombre de poca personalidad o a una persona desconocida a la que, por un prejuicio (a veces) injustificado, se la desprecia.

En una tercera y muy popular acepción (que nos acercó Ana San Martín a modo de feliz recordatorio), «pironcho» es sinónimo de «loco».

Usos: «alcanzame el pironcho ese de la batidora» (en referencia a un componente innominado de la batidora, mientras es desarmada y vuelta a armar por un inexperto). «No pude hacer andar el auto por culpa de no sé qué pironcho que se rompió en el buje» (La utilización del «no sé qué» ejemplifica el comodín semántico que representa la palabra). «Andá a ver al pironcho ese y decile que te devuelva los cien mangos» (Aquí el pironcho es una persona poco conocida con la cual se ha entablado una ingrata relación). «Este tipo está medio pironcho» (aludiendo a la locura, y acompañando el enunciado girando el dedo índice sobre la sien) i{content: normal !important}

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Pironcho

Posted by jorgemux en diciembre 30, 2006

Término comodín utilizado para nombrar cualquier objeto pequeño, con frecuencia hecho de un único material (plástico, lata o madera), pero del cual se desconoce el nombre. El pironcho es un objeto despreciable por su tamaño y por lo ordinario de su composición. Sin embargo, suele ser un componente esencial de algún artefacto doméstico, como la batidora, la puerta, la heladera o el calefón.

Los pironchos suelen tener nombres técnicos que sólo conocen los especialistas. Por lo tanto, es conveniente desconfiar de un mecánico, un gasista, un plomero o un electricista que llame «pironchos» a los componentes de un objeto del que, precisamente, él debe ser el experto. Quien no tenga bien en claro los campos semánticos involucrados en su oficio, jamás puede hacer bien su trabajo.

También se llama «pironcho» a un hombre de poca personalidad o a una persona desconocida a la que, por un prejuicio (a veces) injustificado, se la desprecia.

En una tercera y muy popular acepción (que nos acercó Ana San Martín a modo de feliz recordatorio), «pironcho» es sinónimo de «loco».

Usos: «alcanzame el pironcho ese de la batidora» (en referencia a un componente innominado de la batidora, mientras es desarmada y vuelta a armar por un inexperto). «No pude hacer andar el auto por culpa de no sé qué pironcho que se rompió en el buje» (La utilización del «no sé qué» ejemplifica el comodín semántico que representa la palabra). «Andá a ver al pironcho ese y decile que te devuelva los cien mangos» (Aquí el pironcho es una persona poco conocida con la cual se ha entablado una ingrata relación). «Este tipo está medio pironcho» (aludiendo a la locura, y acompañando el enunciado girando el dedo índice sobre la sien) i{content: normal !important}

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Posopia

Posted by jorgemux en diciembre 29, 2006

(post = posterior; ops = fuerza, poder / También podría derivar de post, opus = trabajo, obra)

Pérdida transitoria o permanente de los poderes que caracterizan a los superhéroes. Hay posopia cuando esta pérdida afecta negativamente la vida cotidiana y la psiquis del personaje. Un claro caso de posopia voluntaria es el de Superman cuando resigna sus poderes para vivir junto a Lois Lane. El superhéroe, al perder aquellas cualidades que lo convertían en valorado, querido y virtuoso, se sume en una pendiente resbaladiza de vicios, ira y alcohol.

(Un caso ejemplar de posopia lo ilustra Morresi el Superhéroe, de Karmelo Restelli)

Se utiliza también para designar a aquellos humanos corrientes que, sin haber tenido superpoderes, pierden algún atributo positivo que los distingue. La posopia funciona por contraste: a veces, la pérdida de una virtud hace que aparezcan resaltados y acentuados los vicios, aun cuando fueran pocos o inocentes.

En un hombre apuesto y musculoso, la posopia consiste en la aparición irreversible de papada y barriga. En un filántropo, la posopia aparece cuando se acaba la fortuna económica y por lo tanto no se puede continuar con las labores humanitarias.

Usos de la palabra: «tengo posopia» (uso informativo); «te estás revolcando en la posopia» (uso ofensivo); «sos un gordo posópico» (uso adjetivo- lúdico); «esta cerveza está caliente como la posopia del hombre de hielo» (extravagante uso comparativo – poético, aludiendo a que el hombre de hielo, en la posopia, perdería el poder de enfriar)

(Gracias The Bug)

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Posopia

Posted by jorgemux en diciembre 29, 2006

(post = posterior; ops = fuerza, poder / También podría derivar de post, opus = trabajo, obra)

Pérdida transitoria o permanente de los poderes que caracterizan a los superhéroes. Hay posopia cuando esta pérdida afecta negativamente la vida cotidiana y la psiquis del personaje. Un claro caso de posopia voluntaria es el de Superman cuando resigna sus poderes para vivir junto a Lois Lane. El superhéroe, al perder aquellas cualidades que lo convertían en valorado, querido y virtuoso, se sume en una pendiente resbaladiza de vicios, ira y alcohol.

(Un caso ejemplar de posopia lo ilustra Morresi el Superhéroe, de Karmelo Restelli)

Se utiliza también para designar a aquellos humanos corrientes que, sin haber tenido superpoderes, pierden algún atributo positivo que los distingue. La posopia funciona por contraste: a veces, la pérdida de una virtud hace que aparezcan resaltados y acentuados los vicios, aun cuando fueran pocos o inocentes.

En un hombre apuesto y musculoso, la posopia consiste en la aparición irreversible de papada y barriga. En un filántropo, la posopia aparece cuando se acaba la fortuna económica y por lo tanto no se puede continuar con las labores humanitarias.

Usos de la palabra: «tengo posopia» (uso informativo); «te estás revolcando en la posopia» (uso ofensivo); «sos un gordo posópico» (uso adjetivo- lúdico); «esta cerveza está caliente como la posopia del hombre de hielo» (extravagante uso comparativo – poético, aludiendo a que el hombre de hielo, en la posopia, perdería el poder de enfriar)

(Gracias The Bug)

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Epilín

Posted by jorgemux en diciembre 29, 2006

Diminutivo de la interjección “epa”.

Se lo pronuncia dilatando la primera «e» y luego, pronunciando rápidamente el resto de la palabra. Usase en los juegos de azar para denotar sorpresa ante la suerte del contrincante, o cuando alguien inesperadamente redobla las apuestas.

También se lo utiliza como interjección cuando la sorpresa es fingida; es decir: cuando aquello que el otro hace para sorprendernos en realidad no nos sorprende, porque ya lo sabíamos de antemano o porque sospechábamos que iba a tratar de impresionarnos con ello.

(Gracias Marcelo)

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Epilín

Posted by jorgemux en diciembre 29, 2006

Diminutivo de la interjección “epa”.

Se lo pronuncia dilatando la primera «e» y luego, pronunciando rápidamente el resto de la palabra. Usase en los juegos de azar para denotar sorpresa ante la suerte del contrincante, o cuando alguien inesperadamente redobla las apuestas.

También se lo utiliza como interjección cuando la sorpresa es fingida; es decir: cuando aquello que el otro hace para sorprendernos en realidad no nos sorprende, porque ya lo sabíamos de antemano o porque sospechábamos que iba a tratar de impresionarnos con ello.

(Gracias Marcelo)

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Cleptopatía

Posted by jorgemux en diciembre 27, 2006

(kleptós: robo; pathos: padecimiento, pasión)

Enfermedad mental consistente en creer que a uno le han robado.
El cleptópata siente, de manera repentina, continua, y sin motivo alguno, que le han robado la billetera o el dinero o las joyas que lleva (para lo cual constata a cada segundo su bolsillo). En otras versiones, el cleptópato siente que, si está en su trabajo o de vacaciones, alguien ha entrado en su casa y le ha robado sus bienes. O, si deja dinero en el banco, teme que cada vez que vaya a visitar la caja de ahorro, el saldo le de cero. Si da algo en préstamo (aunque sea una taza de azúcar) teme que luego le digan «usted no me prestó nada».
La cleptopatía es la contracara de la cleptomanía. Es probable que la enfermedad de la cleptopatía surja a partir de convivir con un cleptómano.
No debe confundirse la cleptopatía con la sensación de inseguridad de algunos sectores de nuestra sociedad. Tener la sospecha fundada de que nuestra casa es insegura no nos convierte en cleptópatos. Creer continuamente que cualquier persona por la calle está disimulando para robarnos, es de cleptópatos.
La línea es muy delgada, y puede pasarse de una sana sensación de inseguridad a una patológica cleptopatía. Las cosas se confunden, porque la sensación de inseguridad puede ser también patológica, y puede incluir o no a la cleptopatía.
Cuando el cleptópata efectivamente ha sido robado, tiene un sentimiento de tranquilidad que le dura algunas horas. Si sus sospechas se ven confirmadas, la horrible sensación se detiene, porque ya no hay más de qué sospechar: es un hecho. El mecanismo psicológico es, en ese sentido, inverso al de una persona no cleptópata.

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Cleptopatía

Posted by jorgemux en diciembre 27, 2006

(kleptós: robo; pathos: padecimiento, pasión)

Enfermedad mental consistente en creer que a uno le han robado.
El cleptópata siente, de manera repentina, continua, y sin motivo alguno, que le han robado la billetera o el dinero o las joyas que lleva (para lo cual constata a cada segundo su bolsillo). En otras versiones, el cleptópato siente que, si está en su trabajo o de vacaciones, alguien ha entrado en su casa y le ha robado sus bienes. O, si deja dinero en el banco, teme que cada vez que vaya a visitar la caja de ahorro, el saldo le de cero. Si da algo en préstamo (aunque sea una taza de azúcar) teme que luego le digan «usted no me prestó nada».
La cleptopatía es la contracara de la cleptomanía. Es probable que la enfermedad de la cleptopatía surja a partir de convivir con un cleptómano.
No debe confundirse la cleptopatía con la sensación de inseguridad de algunos sectores de nuestra sociedad. Tener la sospecha fundada de que nuestra casa es insegura no nos convierte en cleptópatos. Creer continuamente que cualquier persona por la calle está disimulando para robarnos, es de cleptópatos.
La línea es muy delgada, y puede pasarse de una sana sensación de inseguridad a una patológica cleptopatía. Las cosas se confunden, porque la sensación de inseguridad puede ser también patológica, y puede incluir o no a la cleptopatía.
Cuando el cleptópata efectivamente ha sido robado, tiene un sentimiento de tranquilidad que le dura algunas horas. Si sus sospechas se ven confirmadas, la horrible sensación se detiene, porque ya no hay más de qué sospechar: es un hecho. El mecanismo psicológico es, en ese sentido, inverso al de una persona no cleptópata.

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